La Toma

La Toma, es la unidad básica del lenguaje audiovisual.

Pero incluso antes de que entendamos o pensemos en la actividad como un lenguaje y antes de que siquiera queramos realizar un Plano, la Toma, se produce con la sola acción de grabar con nuestro dispositivo, cualquiera que éste sea, incluyendo celulares, cámara DLSR, o cámaras más profesionales. Así, es el fragmento de video que se produce desde que se presiona el botón de grabar, hasta que se vuelve a presionar para cortar, cuando registramos un Plano cualquiera.

Toma es, también, el número de veces que registramos una misma acción en un Plano determinado, buscando la Toma que sea mejor para los propósitos del relato.

Así, entonces, de cada Plano, deben (pueden) filmarse tantas Tomas como el/a director/a del proyecto estime convenientes. Por supuesto, con el límite que permite el presupuesto. Con frecuencia,  en producciones pequeñas, alrededor de tres veces y hasta una sola, no es extraño; y en las grandes producciones, quince veces y más. Hay directores que se caracterizan por ser muy perfeccionistas, con lo que suelen grabar muchísmas Tomas, antes de conseguir quedar satisfechos con el resultado.

Las razones por las que se suele repetir una Toma son muchas. Las más comunes son cuando el actor o la actriz se equivoca en su parlamento, en sus gestos, o en alguno de sus movimientos; cuando el camarógrafo se equivoca en el foco, en el encuadre, en el movimiento de cámara, o en la sincronización de cualquiera de éstos; cuando se interpone algún elemento extraño; o cuando se produce algún sonido muy indeseable, impropio de la escena que se está filmando. También se suele repetir, cuando el director o la directora no resulta convencido/a con la actuación aunque ésta haya sido aparentemente correcta.
Por otra parte, se define también como Toma, a la parte de filme entre un corte y otro; entre un fundido y otro.

Su más mínima expresión es el Fotograma, esto es, un sólo cuadro fotográfico de la grabación.